Nacido en Chinimlajom, en nuestra querida Alta Verapaz, en 1790, Tot se levantó con valentía contra los abusos que sufrían los pueblos indígenas bajo el yugo de la corona española y sus autoridades. Fue un interlocutor incansable, defendiendo los derechos y la dignidad de su gente frente a quienes buscaban perpetuar la opresión.
Su participación en la Conspiración de Belén en 1813 lo consagra como un precursor de nuestra lucha por la independencia.
Manuel Tot alzó su voz por los más vulnerables, aquellos que habían sido relegados y explotados durante siglos. Su compromiso con la libertad le costó la vida. Encarcelado, torturado y encadenado hasta su último aliento, pidió ser sepultado con esas cadenas, como un testimonio de su lucha inquebrantable por la justicia y la libertad de su pueblo.